Cuba ofrece su experiencia en el diagnóstico y una alternativa terapéutica singular para la atención de la retinosis pigmentaria, enfermedad hereditaria y degenerativa de curso progresivo y variable tanto en su aparición, como en sus síntomas y signos (mala visión nocturna, pérdida progresiva del campo visual y la presencia de pigmentos en el fondo del ojo). Esta enfermedad constituye una importante causa de discapacidad visual y puede conducir a la ceguera total.
Este tratamiento singular de Cuba, está dirigido a personas que no hayan perdido la visión. Se distingue de otros por la técnica quirúrgica que emplea y por ser combinado, integrador y personalizado. Se basa en la experiencia acumulada y en las investigaciones realizadas durante décadas por un grupo de especialistas reconocidos internacionalmente por desarrollar esta terapéutica, con muy buenos resultados: retrasa el avance de la enfermedad y permite una mejor calidad visual durante más tiempo que en pacientes no tratados con este método, lo cual es de gran satisfacción para las personas y sus familias y les aporta una mejora importante para su calidad de vida.
El programa de atención consta de 21 noches en un hospital oftalmológico especializado en la Habana.